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13 de abril de 2011
Uruguay: Senado votó contra la impunidad
Noticia de Pagina12
Se abre camino a la justicia. Mensaje del PIT-CNT.

EL SENADO URUGUAYO APROBO DEJAR SIN EFECTO LA LEY QUE IMPEDIA JUZGAR LAS VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS El Frente Amplio terminó con la amnistía en Uruguay

El proyecto interpretativo que anula la Ley de Caducidad era rechazado por la oposición y por tres senadores del Frente Amplio. Finalmente ganó la anulación de la legislación de amnistía.

El Senado uruguayo aprobó ayer el proyecto interpretativo que deja sin efecto la Ley de Caducidad. Durante 25 años, esa norma impidió que se persiguiera y se juzgara a los responsables de secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos cometidos durante la dictadura que gobernó al país entre 1973 y 1985. Los opositores Partido Nacional y Partido Colorado votaron en contra de la iniciativa promovida por el gobernante Frente Amplio (FA). Pero también hubo discrepancias dentro de las filas de esa coalición de centroizquierda. El histórico militante tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro se encolumnó por disciplina partidaria a favor del proyecto presentado por el FA, pero anunció que renunciaba a su banca.

La sesión comenzó cerca de las 10 de la mañana y se extendió hasta bien entrada la noche, cuando el FA hizo valer sus 16 votos frente a los quince de la oposición. Sea cual fuere su color partidario, la mayoría de los senadores tenía algo que decir al respecto de la Ley de Caducidad, que desde 1986 impide que sean juzgados los represores uruguayos. Hace tiempo que la Ley de Caducidad ocupa el centro de la discusión política en la República Oriental. Un debate acalorado que divide a quienes se manifiestan a favor de extirparla del ordenamiento jurídico y entre los que quieren mantenerla, alegando que fue ratificada por la ciudadanía en dos plebiscitos.

Ese clima se respiró en el Senado. Por el oficialismo, le tocó romper el hielo al senador Oscar López Goldaracena, un conocido jurista y activista de derechos humanos. “Esta Cámara tiene la posibilidad de empezar a enmendar el error político de haber dictado una ley que ampara la impunidad de criminales de lesa humanidad, removiendo la mochila que pesa sobre la sociedad uruguaya”, comenzó el abogado que representa al Movimiento Independiente por los Derechos Humanos, en el FA. López Goldaracena remarcó que era importante eliminar los efectos de la Ley de Caducidad para evitar que las atrocidades perpetradas por los militares vuelvan a repetirse.

Aunque no todo fue una postura uniforme dentro de la coalición de centroizquierda. Desde que en octubre del año pasado se aprobara en la Cámara de Diputados, el proyecto interpretativo estuvo paralizado en el Senado, donde tres senadores oficialistas se negaban a acompañar la iniciativa de su bloque. En marzo, el FA pudo destrabar la situación y alcanzó los votos necesarios para que el proyecto saliera. Sin embargo, los senadores díscolos siguieron haciendo sentir su rechazo. El ex vicepresidente Rodolfo Nin Novoa salió del recinto e hizo ingresar a su suplente que votó junto al FA. El legislador frenteamplista Jorge Saravia se mantuvo firme en su postura de no apoyar la iniciativa para interpretar la Ley de Caducidad y denunció que se trataba de un “disparate jurídico”.

Pero la novedad del día la trajo el ex tupamaro Fernández Huidobro, que renunció a su banca porque tuvo que obedecer el mandato de votar a favor de la iniciativa. “Se dice con razón, dentro de nuestra fuerza política, que hay que acatar el mandato de la mayoría. Creemos que es así y por eso lo estamos acatando, votaremos por disciplina. Pero el pueblo también fue mayoría dos veces”, disparó, refiriéndose a los plebiscitos de 1989 y 2009 en los que la mayoría de la sociedad se negó a anular la Ley de Caducidad. El presidente José Mujica fue anoche hasta el despacho de Huidobro y le expresó su solidaridad.

Desde el Partido Nacional, el primero en hacer uso de la palabra para protestar contra la iniciativa oficialista fue el senador Francisco Gallinal. “Lejos de ser interpretativa, esta ley es innovativa”, se quejó. “No acompañamos porque hay dos pronunciamientos populares en este sentido. Ese es un argumento formal, que a nuestro juicio es muy importante”, dijo el referente blanco a Página/12. “Entendemos que esta propuesta le genera grandes problemas a la sociedad, ya que significa trasladar toda la cuestión al Poder Judicial”, agregó. Gallinal invocó nuevamente el Pacto del Club Naval de 1984, cuando las principales fuerzas políticas y los militares en el poder negociaron la apertura democrática. “Este proyecto interpretativo rompe el equilibrio que supuso la salida institucional de 1985, donde se aprobaron dos amnistías: una para los militares y otra para los presos políticos tupamaros”, apuntó el político conservador.

Los organismos de derechos humanos, las organizaciones estudiantiles y de trabajadores hicieron poco caso a los dichos de los partidos tradicionales. Desde las barras del Senado, algunos siguieron de cerca a los senadores. Otros estuvieron afuera escuchando el debate por altavoces. Todos coincidieron en que el de ayer fue un día para celebrar. Pero saben que todavía falta camino para recorrer hasta que el 4 de mayo próximo la Cámara de Diputados ratifique el proyecto aprobado ayer por los senadores.

“Uruguay se va a poner en una buena posición en lo que respecta a la salvaguarda de los derechos humanos frente a la comunidad internacional. Después de casi medio siglo de existencia de esta ley, con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso Gelman y con esta resolución que hoy tomó el sistema político, nos están dando la razón. Esto también le demuestra al movimiento popular que la perseverancia y la lucha de la sociedad terminan dando resultados”, resaltó Raúl Olivera, de la central obrera PIT CNT. El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) fue más cauto a la hora de las celebraciones. “Nunca nos bajamos del caballo de la nulidad. No lo logramos. Por supuesto que apoyamos y creemos que hay que hacer todo lo necesario para acabar con la impunidad. El Estado no puede seguir sin dar respuestas a lo que dijo la Corte Interamericana, que señaló que la Ley de Caducidad es un obstáculo para la Justicia. Para nosotros, no es la mejor salida pero hay que seguir avanzando en el Nunca Más y para que estas cosas queden saneadas”, afirmó Ana Aguerre.

Desde Crysol, la Asociación de Ex Presos Políticos de Uruguay, definieron la de ayer como una jornada de emociones. “Para nosotros, la anulación de la Ley de Caducidad es una de las razones fundamentales de nuestra lucha. Venimos exigiendo esto para que se investigue qué pasó con nuestros compañeros desaparecidos y para que se juzgue a los torturadores, y así se abra el camino para conocer la verdad”, concluyó Julio Martínez.

Informe: Luciana Bertoia.


MENSAJE DEL PIT CNT

Leido el lunes 11 en el acto de la central sindical por Gabriela Iribarren

Buenas noches a todas y todos.

Nuestro agradecimiento por estar hoy en nuestra casa, que es la de ustedes. Nos reconforta vuestra presencia de hoy, de ayer y de siempre, por que sin ella, como dice la canción no habría milagro.

Nos hemos convocado hoy, para reencontrarnos, para reafirmar compromisos, y porque no, para estrecharnos en ese abrazo apretado con el que expresamos en todos estos años, eso tan simple y a la vez tan imprescindible de hacernos sentir que no estamos solos, eso que se llama solidaridad.

Como movimiento sindical hemos entendido que nos encontramos en un momento muy especial de la lucha contra la impunidad.

Un momento, en el que se condensan los esfuerzos de mucha gente que colectivamente o individualmente puso sus mejores esfuerzos por una causa justa y trascendente.

Cuando se dan momentos como estos, es importante estar juntos para poder hacer el resumen de lo vivido, del camino recorrido y sobre todo de cómo continuar en los desafíos futuros que sin dudas nos esperan.

Pero para eso hay tiempo, porque hay aún algunos hechos que deben terminar su proceso. Mañana el Senado votará seguramente la ley interpretativa que empezará a poner fin a la existencia de la ley de caducidad y una cultura de impunidad que afectó los valores fundamentales de nuestra sociedad.

Y seguramente luego de haber reclamado en multitudinarias marchas del silencio durante muchos años, tendremos un 20 de mayo sin ley de caducidad.

Por esa razón, hoy hemos preferido no hacer discursos de balance y perspectivas. Sólo recordaremos.

Dicen que recordar es volver a traer al corazón. Por eso hemos recordado este mural con la frase del reclamo que le realizara Fito Paez al entonces presidente Sanguinetti en septiembre de 1999, para que abandonando su afirmación de que en Uruguay no habían desaparecido niños, nos ayudara a encontrar a la nieta de Juan Gelman.

SI VUELVE LA LUZ…NOS VA A ALUMBRAR A TODOS.

Esta frase, que en el mural se repetía bajo el vientre de María Claudia, que cobijaba a Macarena, sirvió para sintetizar en 1999 una consigna que orientó la lucha del movimiento popular contra la impunidad.

Estamos convencidos que derrotar las distintas formas en que actuó la impunidad en nuestro país, fue y es una batalla constante que ocupara el escenario social, político y jurídico. En esos escenarios complejos y de lucha muchas veces desigual, encontró en determinados casos de violaciones a los derechos humanos, posibilidades de ir avanzando e ir abriendo grietas en los cimientos de una impunidad que se pretendía eterna e inamovible.

El combate contra la impunidad ha sido y es una suerte de carrera de postas, donde distintos casos de detenidos-desaparecidos o asesinados por la dictadura, parecen haberse puesto de acuerdo para ir recorriendo y eliminando obstáculos en un camino en el que se han puesto constantemente fuerzas muy poderosas.

Los casos de Elena Quinteros, Nibia Sabalzagaray, Adalberto Soba, los fusilados de Soca, las ejecuciones de la Seccional 20, los asesinatos de Michelini, Gutiérrez Ruiz, Withelaw y Barredo, la búsqueda y recuperación de los niños apropiados y el propio caso de María Claudia, entre otros, son ejemplos de esa forma en que se fue y se seguirá entretejiendo y fortaleciendo el cerco a la cultura de impunidad.

Se trató de esfuerzos sostenidos durante muchísimos años, por las víctimas, sus familiares, periodistas, abogados, investigadores, organizaciones sociales, desde la cultura, operadores del sistema judicial, desde la solidaridad internacional y actores políticos.

A comienzos del 2000, la luz que el Estado y el gobierno de Sanguinetti tenía la obligación de encender, debimos encenderla desde la sociedad civil. Fue así que recuperamos a Macarena una joven nacida en las cárceles clandestinas de la dictadura uruguaya en 1976, del vientre de una joven argentina trasladada en forma ilegal y posteriormente asesinada cobardemente.

Ubicarnos acertadamente en el nuevo escenario que se instaló en el Uruguay, con la recuperación de Macarena, es lo que nos permite estar donde hoy estamos.

Esa luz que nos alumbró a todos, fue un fuego que debió ser mantenido. Que necesitó fogoneros que lo alimentaran.

Durante once años, esa luz fue alumbrando el trecho de un largo camino. En el que encontramos a Macarena y a Simón;se entró a los cuarteles; rescatamos los restos de Ubagesner Chavez Sosa y Fernando Miranda; logramos los procesamientos de algunos violadores a los derechos humanos; se determinó la inconstitucionalidad de la ley de caducidad por la Suprema Corte de Justicia; se dio el reencuentro de Mariana con su historia; se materializó el reconocimiento por la Corte Interamericana de que tenemos razón en lo que hemos reclamado durante tantos años al Estado uruguayo; contribuimos a la sentencia en la Argentina en la causa ”Automotores Orletti”, entre otros logros.

También, sufrimos reveses y fracasos. Alguien dijo con justeza que la razón no puede prosperar sin esperanza, ni la esperanza sin razón.

La razón y la esperanza fue aportada por todos y cada uno de aquellos que comprendimos que el problema de los Derechos Humanos rebasó y rebasa las fronteras y las competencias de los ámbitos ético, político o jurídico, para ubicarse en el lugar de los requisitos indispensables de cualquier sociedad que se pretenda democrática.

Por esa razón, creemos que hoy era de justicia hacer un homenaje a todos aquellos que desde los distintos lugares, oficiaron de fogoneros de esa lumbre que empieza a transformarse en llama.

No es una tarea fácil simbolizar eso. Nos inclinamos por hacerlo mediante el recuerdo a algunas personas – no son todas por supuesto- que pueden simbolizar eso que queremos hoy reconocer. Asumimos el riesgo de seguramente ser injustos con algunas omisiones, pero estamos convencidos de ser justos, con los que nombramos.

Nos hemos inclinando por aquellos compañeros, que su ciclo vital, siempre injusto e irreparable, no pudo esperar el ciclo siempre demorón y tímido, de los tiempos políticos.

Sin la labor indoblegable de esas madres de la vida, como:

Blanca Artigas, Elena Bonacita, Elisa Dellepiane de Michelini, Disnarda Flores de Tassino, Maria Elena Antuña de Gatti, Quica Errandonea, Maria Esther Gatti, Irma Hernandez, Luz Ibarbouru, Angelica Julien, Violeta Malugani, Tota Quinteros.

Sin los testimonios y las denuncias como las del infatigable Enrique Rodríguez Larreta.

Sin la denuncia valerosa desde los micrófonos de una radio de periodistas como Germán Araujo.

Sin el discurso encendido e intransigente de políticos como Hugo Cores

Sin el pensamiento y la acción clara y justa desde los estrados judiciales de Jacinta Balbela de Delgue

Sin la poesía hecha arma de lucha de poetas como Mario Benedetti.

Sin el canto comprometido que denuncia de cantores populares como José Carbajal.

Sin labor comprometida desde la iglesia de religiosos como Perico Pérez Aguirre

Sin el compromiso de abogados que batallaron en los estrados judiciales como Graciela Borrat

Sin el pensamiento claro de militares democráticos como el del general Victor Licandro

Sin organizaciones que respondan al legado y compromiso con los desposeídos como el movimiento sindical simbolizado en la figura de José Pepe D´Elia

Sin el aporte de todos nosotros en la lucha cotidiana en los distintos ámbitos sociales

Sin el ejemplo de vida y compromiso de los desaparecidos y asesinados por la dictadura…

No hubiera sido posible la esperanza y la razón.

GRACIAS A TODOS ELLOS

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