12 de marzo de 2012
Reforma Laboral en España
Aviso de Consultora empresaria
Mas allá de las palabras dificles de los expertos y las engañosas de los politicos una vez mas son las consultoras de empresas quienes nos explican de que se trata la cosa, clarito y al pie... (ver adentro). Por eso la lucha de los trabajadores españoles y sus organizaciones sindicales estan inundando todas las ciudades de ese pais con multitudinarias manifestaciones de rechazo. Nota de opinión de Guillermo Pérez Crespo (TEL) en Tiempo Argentino.
Tiempo Argentino
25.02.2012 | Opinión III
“Los sindicatos no asumen la dimensión histórica del proceso”
Por: Guillermo Pérez Crespo
La nueva reforma laboral en España se inscribe en un largo y complejo proceso histórico continental cuyas raíces tienen mucho que ver con el Tratado de Maastricht de febrero de 1992: la novedosa y paulatina construcción de un estado europeo cuyas características y consecuencias las organizaciones sindicales no parecen haber asumido en toda su dimensión.
Los posteriores tratados de Ámsterdam, Roma y Lisboa, por citar sólo los episodios más relevantes, fueron consolidando una nueva institucionalidad política claramente hegemonizada por los sectores del capital más concentrado, en detrimento de las posibilidades de participación real de los pueblos de Europa.
Y en este nuevo contexto se instaló con fuerza el tramposo concepto de “flexiseguridad”: todos los ciudadanos europeos tienen que contar con la seguridad de tener un trabajo y para ello es necesario flexibilizar los derechos de los trabajadores ya ocupados. En un proceso que guarda profundas similitudes con el que sufrimos los argentinos en la década del noventa, se multiplicaron los contratos de trabajo especiales (con derechos laborales reducidos) y se abarataron los despidos, de forma de golpear profundamente el derecho a la estabilidad laboral. En esto no hubo grandes diferencias entre socialdemócratas y conservadores.
La resolución de Parlamento europeo del año 2006 que expresa: “Ha llegado la hora de acelerar la creación de una Europa de espíritu empresarial y el crecimiento”, y en el mismo año la aprobación del Libro Verde de la Comisión Europea Modernizar el derecho laboral para afrontar los retos del siglo XXI constituyen claras señales de la direccionalidad del actual proceso histórico, una de cuyas premisas esenciales pasa por la concreción de una profunda reformulación del derecho laboral en sentido manifiestamente precarizador.
Desde los sindicatos la respuesta aparece todavía como limitada y contradictoria: su inquebrantable fe en los beneficios de la negociación colectiva los ha llevado a centrar su respuesta en la exigencia de que la precarización se instrumente a través de discusión paritaria, reiterando una fórmula que hasta ahora solo parece haber servido para apenas condicionar mínimamente una política que amenaza las condiciones de vida de millones de trabajadores en todo el continente.
